Es una rama particular de la herbolaria, que utiliza aceites vegetales concentrados llamados aceites esenciales para mejorar la salud física, mental o ambas. No se ingieren sino que se inhalan o aplican en la piel. Se trata de productos químicos intensamente aromáticos, no grasos (por lo que no se enrancian), volátiles por naturaleza (se evaporan rápidamente) y livianos (poco densos). Se forman evaporando la cáscara del vegetal usado y enfriándolo para hacerlo líquido, siendo altamente concentrado. Sus usos van desde terapias físicas, rendimiento deportivo a padecimientos de la niñez o vejez, atención a personas con necesidades especiales y cuidado de mascotas, entre otros. Algunos de sus efectos son de relajación, antidepresivos, afrodisíacos y estimulantes de la mente.