Los estímulos eléctricos, electromagnéticos y radiaciones de un cuerpo emisor pueden ser percibidos y manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas «L», o una horquilla que amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano. Se pueden detectar la existencia de líneas magnéticas, corrientes de agua, vetas de minerales, lagos subterráneos, personas y objetos extraviados y sustentan su eficacia en razones psicológicas y los movimientos de los instrumentos por el efecto ideomotor.
Utilizando un péndulo como herramienta sirve para el diagnóstico.